Comentario
Tras el reinado de don Pedro, con Pedro II se instalará un régimen imperial en Brasil. Hijo de Pedro I, al abdicar éste le sucederá en el trono, siendo tutelado por Andrada y Silva y el Consejo de Regencia hasta su mayoría de edad. De talante liberal, impondrá el sistema parlamentario y establecerá el sufragio directo. Una de las reformas fundamentales, que afectará de lleno al corazón de la economía brasileña, será la abolición de la esclavitud. En efecto, la ingente cantidad de mano de obra llevada ya desde siglos antes por los portugueses desde África resulta fundamental para el funcionamiento de la economía de Brasil, básicamente desarrollada sobre plantaciones agrarias y explotaciones mineras. Sin embargo, a pesar de la oposición fuertemente organizada de plantadores y sectores reaccionarios, la presión interna de los abolicionistas y población liberada, y externa, especialmente por parte de Estados Unidos, conseguirá que el régimen esclavista sea definitivamente abolido. Una revolución republicana encabezada en 1889 por Manuel Diodoro da Fonseca significará el fin del Imperio. Desterrado Pedro II, fallecerá algún tiempo después en París.